14 febrero 2014

Crónica de un viaje por la Patagonia Argentina 6/11: Despedida de Ushuaia

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Me levanté muy temprano, más que nada por la ansiedad que siempre me genera la partida hacia un nuevo destino.  El hotel estaba bastante ruidoso, gracias a unos vecinitos de cuarto catalanes que empezaron a correr y a gritar por el pasillo desde bien temprano. Los volví a ver cuando fui a desayunar, justo antes de que se fueran a una excursión. Por suerte, ya me iba del hotel… Dejé las valijas en la recepción y salí a dar una última vuelta por la ciudad. 

El día estaba lluvioso y frío. Bajé hasta Maipú y caminé por la costanera hasta encontrar otra vez el bar “Ramos Generales”. Ahí paré para tomar un café con crema y comer una croissant gigante y deliciosa. Encontré que hay muchos lugares donde se come riquísimo, pero al igual que en Buenos Aires hay que acordarse de ver los precios antes de entrar. En los lugares donde fui, pagué precios razonables y comí muy bien. Me recomendaron el restaurante “Volver”, pero no pude ir. Parece que es el único de Ushuaia que tiene entre sus especialidades la carne de castor, entre otras especies típicas locales. 

La hora de la partida se acercaba, estaba lloviendo y hacía mucho frío, así que volví al hotel a buscar mi valija y a tomar un taxi al aeropuerto. Cuando llegué, me enteré de que mi vuelo estaba demorado más de dos horas, así que tuve tiempo para dar vueltas por el free shop, comprarme un perfume, leer y comer algo tranquila antes de irme. Me encontré con la parejita que había conocido en la excursión por los lagos y nos quedamos un rato charlando y lamentándonos por el tiempo que estábamos perdiendo por culpa de la demora del avión, ya que era muy poco lo que podríamos recorrer en El Calafate  después de la hora a la que llegaríamos.

Plaza Islas Malvinas
Alrededor de las tres y media de la tarde despegó finalmente mi vuelo rumbo a mi próximo destino: El Calafate.

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