20 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 8/9: Punta Ninfas y Estancia El Pedral


No quería irme de Madryn sin conocer Punta Ninfas, así que otra vez consulté en Flamenco Tour de qué forma era posible llegar hasta allá, ya que me alguien había advertido que era bastante difícil el acceso. En la agencia me ofrecieron hacer el Safari del Pedral que consiste en una recorrida por la Estancia El Pedral desde donde se puede acceder directamente a las playas de Punta Ninfas para realizar avistajes de fauna.

La Estancia se encuentra a 73 kilómetros de Puerto Madryn y posee un sector de alojamiento denominado El Pedral Lodge.  La única forma de llegar hasta esta zona de Punta Ninfas es alojándose en el hotel o contratando esta excursión (otras agencias también la ofrecen o se puede contactar a la Estancia directamente), ya que toda el área es propiedad privada y por su ubicación geográfica, es imposible acceder por caminos alternativos.

Ese jueves a las 9.30, Juan, el guía, pasó a buscarme por el hotel para emprender el camino.

Llegamos a la Estancia después de andar durante largo rato por caminos de tierra embarrados por la última lluvia. Como sucede en los demás establecimientos de la zona, la cría de ganado ovino para la comercialización de su lana, es la otra actividad principal de El Pedral. Por esos días se esperaba la llegada de la “comparsa” de esquila para comenzar un trabajo intenso. Mientras tanto, las ovejas seguían corriendo por los campos, blancas y gordas con sus corderitos, escapándose al paso de la camioneta que nos llevaba.

Ovejas en la Estancia El Pedral

La primera parada fue una bajada hasta la playa de Punta Ninfas. Cruzamos a pie el Cañadón de los Fósiles por un camino intrincado, sembrado de fósiles de la era Cenozoica.  Al llegar a la playa nos topamos con una colonia de elefantes marinos. Nos quedamos observándolos en silencio durante un rato largo, esperando que se acostumbraran a nuestra presencia, y, una vez que nos convertimos en parte de su paisaje, caminamos por la playa, viendo como las olas del  Mar Argentino golpeban la costa y los acantilados se precipitaban de cabeza al mar.

Cañadón en la bajada a la playa de Punta Ninfas

Elefante marino

La caminata fue intensa y necesitábamos reponer energías. Subimos a la camioneta y fuimos rumbo a la parrilla de la estancia, donde Humberto, el encargado, nos había preparado una apetitosa “choriceada” que desapareció en pocos minutos. En el Lodge se esperaba la llegada de los primeros pasajeros de la temporada para el día siguiente, por lo que estaban terminando de poner a punto las instalaciones. Humberto nos llevó a dar una vuelta por el hotel mientras nos contaba anécdotas de la historia de la propiedad y las actividades que allí se desarrollan.


Estancia El Pedral

Después del almuerzo, nos dirigimos hacia otro sector de la playa para visitar la pingüinera. Bajando por la estepa se llega a una inmensa playa de canto rodado que se extiende a lo largo de 9 kilómetros de costa. En este sector se estableció hace un par de años una gran colonia de pingüinos que fue declarada "Refugio Natural Vida Silvestre Punta Ninfas". La diferencia entre este lugar y las pingüineras que visité anteriormente, radica en que aquí no hay senderos preparados para los turistas, sino que los animales están en su hábitat natural sin ningún tipo de modificación por parte del hombre. Sentados en la playa de piedra perdimos la noción del tiempo observando la febril actividad de los pingüinos, de un lobito que trataba de conseguir su almuerzo y de una ballena saltando a lo lejos.

Pingüino en la playa de Punta Ninfas 

La playa del Pedral y el Mar Argentino

Llegamos a Madryn después de las cinco de la tarde, luego de haber vivido una experiencia intensa de contacto con la naturaleza que se convirtió en el broche de oro de unas vacaciones inolvidables.


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