Después de un año muy complicado,
recién a principios de noviembre pude tomarme unos días de descanso para
escaparme de Buenos Aires. No tenía mucho tiempo disponible para organizar un
viaje por mi cuenta y el año ya casi se terminaba, así que un día decidí dejar
de vueltas con el tema y contratar un paquete turístico en una agencia que
conozco desde hace tiempo.
Hay miles de opciones para visitar
Cataratas y a veces resulta difícil saber cuál es la propuesta que más nos
conviene por precio y servicios incluidos. De todas las alternativas que vi,
elegí la que más me gustaba por la cantidad de días que iba a estar en Iguazú,
que el viaje era por avión, tenía buenas referencias del hotel, la tarifa estaba
dentro del presupuesto que había estimado e incluía las excursiones que quería
hacer.
Partimos un domingo a la mañana en el
vuelo de Aerolíneas Argentinas que inicialmente estaba
programado para despegar a las 5.40 pero que, debido a las malas condiciones
climáticas en el destino, se retrasó un par de horas. A pesar de eso, llegamos
alrededor de las 10.00 y el sol brillaba a pleno sobre la selva misionera, por
lo que pudimos aprovechar el día al máximo.
Al llegar, nos estaba esperando la
combi de la Agencia Caracol para llevarnos al hotel. Con ellos realizamos todas las excursiones durante nuestra
estadía. Siempre fueron muy amables, muy puntuales y no se produjo ningún
sobresalto.
Nos alojamos en el Orquídeas Hotel yCabañas. Este hotel está ubicado sobre la
Ruta 12, cerca de la entrada de Puerto Iguazú y algo lejos del centro. Está
rodeado por un parque lleno de árboles, plantas y pájaros. Nos tocó una
habitación muy cómoda, limpia y luminosa. El hotel tiene una pileta de natación
muy linda, pero no pude aprovecharla ya que durante el día pasé muy poco tiempo
en el lugar.
El domingo no teníamos ninguna
actividad programada, así que a la tarde nos dedicamos a recorrer la ciudad de Puerto
Iguazú. Vimos que había micros que pasaban por la ruta en dirección al centro,
pero las frecuencias eran muy espaciadas y nadie supo decirnos cuál debíamos
tomar. Finalmente, tomamos un remise desde el hotel para ir al Hito Tres
Fronteras y desde allí caminamos por la costanera hacia el Centro. Ese día los
paseos en lancha por el río se habían suspendido por cuestiones climáticas, por
lo que no había mucho para hacer. Tampoco pudimos ir a Ciudad del Este ya que
los micros habían partido a la mañana temprano y no volvían a salir más tarde.
Se puede arreglar para ir con un remise, pero preferimos conocer primero Puerto
Iguazú.
El Hito Tres Fronteras está emplazado
en la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná. Es el único lugar en el mundo
donde dos ríos dividen tres naciones: Argentina, Brasil y Paraguay. En las
costas de estos países existe un hito similar pintado con los colores de la
bandera de cada uno. Sobre el Paraná se observa el Puente de la Amistad, que
une las ciudades de Foz de Iguazú en Brasil y Ciudad del Este en Paraguay.
Sobre el Iguazú se extiende el Puente Tancredo Neves, que une a Puerto Iguazú
en Argentina con Foz de Iguazú en Brasil.
El paseo por la costanera bordea el río
Iguazú y desde allí se puede acceder a los distintos miradores para obtener
panorámicas del paisaje o quedarse descansando frente al río en las plazoletas
mientras los chicos se entretienen en los juegos. Subiendo por ese camino, se
llega hasta el centro de la ciudad, justo en la Plaza San Martín y la Catedral
Virgen del Carmen. Quizás por el calor o porque era domingo, casi todo estaba
cerrado y había muy poca gente por la calle, así que decidimos tomar otro
remise hasta el Duty Free, cerca de la frontera con Brasil, donde pasamos el final de la
tarde recorriendo el shopping y comprando algunos regalos.
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