El
lunes bien temprano, nos pasaron a buscar para iniciar la excursión a las Ruinas de San Ignacio y Minas de Wanda.
La ciudad de Colonia Wanda dista 40 kilómetros de Iguazú sobre la Ruta
Nacional 12. Las minas de piedras preciosas a cielo abierto son su atractivo
principal. Allí se estableció la Compañía Minera Wanda que se encarga de extraer,
procesar y vender las piedras. La visita consiste en un recorrido por la mina
mientras un guía explica cómo se desarrolla la actividad y las características
de las piedras que allí se encuentran. A simple vista, en las paredes y suelo
de la mina se pueden ver fragmentos de ágatas, cuarzos, cristales de roca,
amatistas o topacios. En una tienda ubicada a la entrada del complejo, se
pueden adquirir piedras y otros objetos para llevarse de recuerdo.
Afortunadamente, hay opciones para todos los presupuestos.
Siguiendo por la Ruta 12, cerca del mediodía llegamos a las
Ruinas Jesuíticas de San Ignacio Miní. Ubicadas a 240
kilómetros de Puerto Iguazú, la misión data de mediados del siglo XVII. Junto
con las Reducciones de Nuestra Señora de Loreto, Santa Ana y Santa María la
Mayor fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en
1984.
Luego de un almuerzo rápido, ingresamos
en el Centro de Interpretación donde se puede aprender acerca del contexto en
el que se desarrolló esta cultura. Se destaca una maqueta de cómo fue
originalmente la Reducción de San Ignacio Miní. El trazado urbano partía de una
cruz que marcaba el centro de la reducción y el corazón de la plaza. En uno de
los laterales sobresalía la iglesia que se complementaba con la residencia de
los padres, colegio y talleres, mientras que del otro lado se ubicaban la
residencia de las viudas y el cementerio. Luego se acomodaban las viviendas, el
cabildo y las tierras de cultivo y labranza.
Maqueta de la Reducción |
La visita a las Ruinas la hicimos
con un guía local que nos explicó la cómo era la vida y la organización social
en la Misión.
Antes de regresar a Puerto Iguazú,
pasamos por la localidad de Jardín América para conocer la cooperativa de
productores de yerba mate Flor de Jardín. Allí recorrimos las instalaciones mientras nos explicaban cómo se
procesa la yerba mate desde que se la cosecha hasta su envasado.
Regresamos al hotel alrededor de las
ocho de la noche. Para ese entonces habíamos
recorrido un total de 480 kilómetros entre ida y vuelta.
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