20 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 9/9: Viernes. La vuelta


El viernes a la mañana me preparé para volver a Buenos Aires. Dejé el hotel a las 10.00 y me dediqué a caminar por la ciudad en busca de algún souvenir para llevar a casa. Desde la costanera, pude ver a lo lejos una ballena que saltaba y asomaba la cola una y otra vez.

En la valija traje recuerdos imborrables de un recorrido que durante tanto tiempo ansié realizar. Mis amigas cordobesas con quienes compartí cenas en el Bistró del Náutico. El lobito solitario que tomaba sol en Playa Paraná. El harén de elefantes marinos de Isla Escondida. La tarde pasada mirando pingüinos en la playa vacía de Punta Ninfas. Quedarme mirando fijo el mar y ver a lo lejos una ballena saltando. 


Lobito en Playa Paraná

Comí un sandwich en el local de Havanna del Portal de Madryn y volví al hotel a buscar la valija. La combi del aeropuerto me pasó a buscar antes de las 13.30 y en menos de una hora ya estaba en el aeropuerto de Trelew. El vuelo de vuelta a casa fue puntual y tranquilo. 

Vuelta a casa





Crónica de un viaje a Puerto Madryn 8/9: Punta Ninfas y Estancia El Pedral


No quería irme de Madryn sin conocer Punta Ninfas, así que otra vez consulté en Flamenco Tour de qué forma era posible llegar hasta allá, ya que me alguien había advertido que era bastante difícil el acceso. En la agencia me ofrecieron hacer el Safari del Pedral que consiste en una recorrida por la Estancia El Pedral desde donde se puede acceder directamente a las playas de Punta Ninfas para realizar avistajes de fauna.

La Estancia se encuentra a 73 kilómetros de Puerto Madryn y posee un sector de alojamiento denominado El Pedral Lodge.  La única forma de llegar hasta esta zona de Punta Ninfas es alojándose en el hotel o contratando esta excursión (otras agencias también la ofrecen o se puede contactar a la Estancia directamente), ya que toda el área es propiedad privada y por su ubicación geográfica, es imposible acceder por caminos alternativos.

Ese jueves a las 9.30, Juan, el guía, pasó a buscarme por el hotel para emprender el camino.

Llegamos a la Estancia después de andar durante largo rato por caminos de tierra embarrados por la última lluvia. Como sucede en los demás establecimientos de la zona, la cría de ganado ovino para la comercialización de su lana, es la otra actividad principal de El Pedral. Por esos días se esperaba la llegada de la “comparsa” de esquila para comenzar un trabajo intenso. Mientras tanto, las ovejas seguían corriendo por los campos, blancas y gordas con sus corderitos, escapándose al paso de la camioneta que nos llevaba.

Ovejas en la Estancia El Pedral

La primera parada fue una bajada hasta la playa de Punta Ninfas. Cruzamos a pie el Cañadón de los Fósiles por un camino intrincado, sembrado de fósiles de la era Cenozoica.  Al llegar a la playa nos topamos con una colonia de elefantes marinos. Nos quedamos observándolos en silencio durante un rato largo, esperando que se acostumbraran a nuestra presencia, y, una vez que nos convertimos en parte de su paisaje, caminamos por la playa, viendo como las olas del  Mar Argentino golpeban la costa y los acantilados se precipitaban de cabeza al mar.

Cañadón en la bajada a la playa de Punta Ninfas

Elefante marino

La caminata fue intensa y necesitábamos reponer energías. Subimos a la camioneta y fuimos rumbo a la parrilla de la estancia, donde Humberto, el encargado, nos había preparado una apetitosa “choriceada” que desapareció en pocos minutos. En el Lodge se esperaba la llegada de los primeros pasajeros de la temporada para el día siguiente, por lo que estaban terminando de poner a punto las instalaciones. Humberto nos llevó a dar una vuelta por el hotel mientras nos contaba anécdotas de la historia de la propiedad y las actividades que allí se desarrollan.


Estancia El Pedral

Después del almuerzo, nos dirigimos hacia otro sector de la playa para visitar la pingüinera. Bajando por la estepa se llega a una inmensa playa de canto rodado que se extiende a lo largo de 9 kilómetros de costa. En este sector se estableció hace un par de años una gran colonia de pingüinos que fue declarada "Refugio Natural Vida Silvestre Punta Ninfas". La diferencia entre este lugar y las pingüineras que visité anteriormente, radica en que aquí no hay senderos preparados para los turistas, sino que los animales están en su hábitat natural sin ningún tipo de modificación por parte del hombre. Sentados en la playa de piedra perdimos la noción del tiempo observando la febril actividad de los pingüinos, de un lobito que trataba de conseguir su almuerzo y de una ballena saltando a lo lejos.

Pingüino en la playa de Punta Ninfas 

La playa del Pedral y el Mar Argentino

Llegamos a Madryn después de las cinco de la tarde, luego de haber vivido una experiencia intensa de contacto con la naturaleza que se convirtió en el broche de oro de unas vacaciones inolvidables.


15 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 7/9: Trelew. Museo Paleontológico Egidio Feruglio


Decidí aprovechar la tarde del miércoles para ir a Trelew a conocer el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), de gran renombre por su colección de fósiles de dinosaurios.

En la terminal de ómnibus de Madryn tomé un colectivo de la empresa Mar y Valle-28 de Julio que cumple regularmente el trayecto hasta Trelew. El viaje dura una hora y los servicios parten cada 30/45 minutos.

Al bajar del micro me acerqué hasta la oficina de informes turísticos que se encuentra dentro de la terminal. Allí conseguí un mapa de la ciudad, averigüé dónde estaba el MEF y cuáles eran los atractivos principales para visitar. Las capillas galesas están en las afueras y se debe arreglar de antemano la visita, por lo que no pude ir a conocerlas ese día. El centro o casco histórico de Trelew abarca unas pocas manzanas que recorrí en poco tiempo y no encontré nada especialmente interesante para mencionar.

Trelew

El MEF está considerado como uno de los principales museos de la Argentina y posee piezas muy valiosas, entre las que se destacan los huesos del Argentinosaurus, el dinosaurio más grande hallado hasta la actualidad. 


Argentinosaurus

Las piezas están expuestas de una forma muy didáctica con carteles explicativos y enmarcadas por una escenografía que ayuda a imaginarse mejor cómo habrá sido nuestro planeta en aquellas épocas remotas.  También se puede ver el laboratorio donde trabajan los científicos con todos sus instrumentos y las piezas que están siendo estudiadas en ese momento. Sin dudas, vale la pena llegarse hasta Trelew para conocer este museo y aprender algo más sobre el pasado lejano de la Tierra.


Bienvenidos al MEF

MEF


14 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 6/9: Punta Loma y Cerro Avanzado en 4x4


El  miércoles a la mañana busqué hacer algo más cerca de Madryn, así que elegí una excursión de medio día en 4x4 a Punta Loma y Cerro Avanzado.

A las 9.30 am, Rubén, el guía, me pasó a buscar por el hotel y salimos rumbo a la zona sur de la ciudad.

La primera parada fue en las dunas ubicadas en las afueras de Madryn. Bajamos un rato para apreciar la vista del golfo con la ciudad de fondo y disfrutar del contraste inesperado que frente a ella ofrecían las dunas. El viento era intenso y la arena se nos colaba en los ojos. Pronto seguimos camino a Playa Paraná y el Mirador de Punta Este donde aprovechamos para tomar fotografías de las espectaculares vistas aéreas de las costas.


Dunas en las afueras de Puerto Madryn


 Vista de las costas

Siguiendo hacia el sur pasamos por el apostadero de lobos marinos Punta Loma, pero no nos detuvimos allí sino que seguimos camino al Cerro Avanzado, una formación sedimentaria de millones de años que conserva restos fósiles marinos en sus estratos geológicos. Caminamos un rato por el cerro observando los fósiles que están desparramados en el suelo, disfrutando el paisaje y el silencio que sobrevuela por el lugar.


Cerro Avanzado

Fósil de una ostra en Cerro Avanzado

Volvimos a la ciudad alrededor de las 13.00 justo para la hora del almuerzo en Madryn.


13 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 5/9: Península Valdés, Puerto Pirámides y avistaje de ballenas


El otro objetivo principal de mi viaje a Puerto Madryn era ver a las ballenas en su ámbito natural. Y ese martes, alrededor de las 8.00 de la mañana, me pasaron a buscar por el hotel en una combi para iniciar el viaje a la Península Valdés y Puerto Pirámides.

Para ese día contraté la excursión de Flamenco Tour y nuestra guía era Claudia. Esta excursión resulta ser de las más caras que se realizan en Madryn ya que el avistaje de ballenas embarcado que se toma en Puerto Pirámides, debe ser abonado aparte al operador local porque no es el mismo que hace todo el recorrido. En este caso, la empresa que nos llevó en la embarcación era Whales Argentina y el servicio fue impecable.

Nuestro recorrido comenzó desde el norte de la ciudad. Puerto Madryn ha ido expandiéndose hacia esa zona donde fueron creciendo los nuevos barrios cercanos al área del puerto. El  norte se constituye como uno de los principales ejes de la actividad económica de Madryn ya que allí se encuentran radicados tres de sus Parques Industriales. El largo muelle de la planta de Aluar  y la cinta transportadora por donde ingresa la bauxita a la planta directamente desde los barcos, conforman un hito que ha impulsado históricamente la actividad de la ciudad. Por su gran calado, este muelle es utilizado también por los cruceros internacionales que arriban durante la temporada de verano. En las inmediaciones de la planta de Aluar, se encuentra la fábrica de Cerámica San Lorenzo y las instalaciones de grandes empresas pesqueras.

Luego seguimos rumbo hacia la entrada a la reserva que está ubicada en el Puesto El Desempeño, donde debe abonarse el ingreso.

Desde allí se emprende el camino a través del Istmo Ameghino, un brazo de tierra que une la Península Valdés con el continente. Desde su porción más estrecha se divisan los dos golfos: el Nuevo y el San José. El lugar cuenta con un Centro de Visitantes para conocer más acerca de las ballenas y la fauna de la zona, un mirador e instalaciones sanitarias en muy buen estado. Más adelante pasamos por las Salinas Grande y Chica mientras disfrutábamos la vista de la fauna típica del lugar: guanacos, maras, lechuzas, choiques con sus charitos y ovejas merino recién esquiladas que representan otra de las actividades que, además del turismo,  sustentan la economía de las estancias que ocupan la Península.

Mirador en el Centro de Interpretación del Istmo Ameghino

Luego de transitar los 25 km desde el ingreso a la reserva, ingresamos a Puerto Pirámides.

Pirámides es el único lugar de la península que cuenta con servicios de hospedaje y gastronomía y es desde donde parten las excursiones de avistaje de ballena franca austral. También se ofrecen múltiples opciones para practicar buceo.

La lancha para el avistaje

Ni bien llegamos a Puerto Pirámides, nos dirigimos al puesto de Whales Argentina para prepararnos para embarcar. Nos dieron capas y chalecos salvavidas y subimos a la embarcación. El avistaje duró cerca de dos horas. Había bastante viento y estaba nublado, las olas golpeaban la embarcación y mojaban a los que estábamos sentados en la parte trasera. Las ballenas no se acercaron demasiado, pero igualmente había varias y las pudimos ver saltando, sacando la cola cuando se sumergían o nadando junto a sus crías. El espectáculo que vimos fue único para cada una de las personas que allí estábamos. Es rara y conmovedora la belleza de esos animales enormes y feos que asoman partes de sus cuerpos entre las olas y realizan sus coreografías involuntarias para los que los miramos desde un barquito. Tuvimos el raro privilegio de observar durante un largo rato a un ballenato blanco con su mamá. El guía nos contaba que la coloración de estos ejemplares, que en realidad no son totalmente blancos sino que tienen manchas negras en su cuerpo, se debe a un problema de pigmentación y cuando son adultos su color es gris. Los guías saben exactamente por dónde van a aparecer las ballenas, cuánto tiempo tardan en salir a respirar, qué movimiento van a hacer a continuación y nos van indicando para dónde mirar y si conviene sacar una foto o quedarse mirando el espectáculo para no olvidárselo nunca más.

Cola de ballena vista de lejos

Al desembarcar en Pirámides tuvimos un rato libre para almorzar que aproveché para caminar un poco por las callecitas cercanas al puerto y luego comer comer un sandwich en La Covacha.

Lo siguiente fue un recorrido por un sector de la Estancia La Elvira para visitar Punta Cantor, desde donde se observa la Caleta Valdés con un apostadero natural de elefantes marinos. En este sector de la Estancia se puede realizar un recorrido por un sendero autoguiado donde se describe la flora y la fauna propia del lugar. El trayecto por el sendero resultó ser un poco largo para el poco tiempo que estuvimos, así que tuve que apurarme para poder completarlo y no irme de allí sin ver la magnífica vista aérea de la Caleta que luego reconocí desde más arriba, cuando estaba en el avión de regreso a Buenos Aires.

Caleta Valdés con elefantes marinos

La última parada fue un par de kilómetros más adelante para visitar una colonia de pingüinos de Magallanes que se asentó en un acantilado a partir de 2009.


Pingüinos en Punta Cantor

El viaje de vuelta a Madryn fue más rápido que la ida y todos aprovechamos para dormir una siesta acunados por el vaivén de la camioneta sobre el camino de ripio.


10 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 4/9: Punta Tombo,Isla Escondida, Valle Inferior del Río Chubut y Colonia Galesa de Gaiman


El lunes hice la primera de las excursiones que tenía como objetivo principal en mi viaje: la reserva de pingüinos de Punta Tombo.

Partimos de Madryn hacia el sur por la RN 3 y, después de una parada técnica en una estación de servicio de Trelew, continuamos rumbo a Isla Escondida.


Isla Escondida

Isla Escondida es en verdad una playa inhóspita, azotada por el viento patagónico y bañada por las aguas del Mar Argentino. Allí nos detuvimos un buen rato para ver de cerca una colonia de elefantes marinos que ha hecho de esta playa su refugio. Es impactante poder ver tan cerca a los animales en su ambiente natural y observar el comportamiento del “harén”: el macho alfa con las hembras y sus crías y los otros machos con los que peleó y fueron desplazados para mantenerse alejados del grupo. Pudimos caminar cerca de ellos, escuchar sus ruidos y ver sus desplazamientos torpes, tratando de guardar una cierta distancia para no molestarlos ya que ese es su territorio y los intrusos allí no somos bienvenidos.

Elefantes marinos en Isla Escondida

Un rato más tarde, retomamos la ruta hasta llegar al Área Natural Protegida Punta Tombo, la mayor reserva mundial de Pingüinos de Magallanes. Para acceder al área se abona una tasa de ingreso. El lugar cuenta con un centro de interpretación, un bar, estacionamiento y servicios sanitarios.

Punta Tombo fue declarada Reserva Faunística en 1979 con el fin de proteger a los pingüinos y su entorno. Cada año, a mediados de septiembre, empiezan a llegar las aves para aparearse y tener sus crías. La colonia llega a tener alrededor de un millón de pingüinos que se quedan allí hasta finales de marzo.


Sendero de Punta Tombo

Iniciamos el recorrido por un sendero que tiene en total cerca de 3 kilómetros y toma aproximadamente dos horas recorrerlo completo. Este camino cruza la pingüinera y al atravesarlo se aprecian los nidos, algunos de ellos con sus ocupantes y otros aún vacíos. Los pingüinos circulan libremente por el lugar y hay que tener cuidado de no interponerse en su camino para que no se enojen y lastimen al visitante inoportuno con un fuerte picotazo. En los días en que visité la Reserva, había mucha actividad ya que estaban en plena etapa de apareamiento y algunos estaban empezando a incubar los primeros huevos. El paseo es sumamente entretenido y enriquecedor por todo lo que se aprende al observar cómo se comportan estas aves en su hábitat natural. Creo que lo que más me sorprendió de ellos es enterarme de que tienen una sola pareja por año, que ambos padres se turnan para incubar los huevos y cuidar a las crías, y que son capaces de retornar al mismo nido que dejaron el año anterior.

Pareja de pingüinos en su nido

Otra vista de la pingüinera desde el mirador

Pinguinos enamorados

Luego de una parada para un almuerzo rápido a la salida de Punta Tombo, nos dirigimos rumbo a Gaiman. En el camino recorrimos el Valle Inferior del Río Chubut donde pasamos por las chacras y vimos los canales de riego. La escasez de agua potable es una constante en toda la zona y esta situación condiciona la variedad y la extensión de los cultivos.

Gaiman es una de las colonias galesas que se instalaron en Chubut a mediados del siglo XIX y debe su fama a sus casas de té  y a las capillas construidas por los primeros colonos.  Es una localidad pequeña, pintoresca y conserva en sus construcciones el estilo que le imprimieron sus antiguos pobladores. Estuvimos poco más de una hora en este lugar, por lo que no tuve la posibilidad de recorrer sus calles con detenimiento. Dimos una vuelta por los principales sitios históricos en la combi que nos trasladaba. Como estaba casi todo cerrado, fui a visitar una de las tradicionales “Casas de Té” para degustar el producto que ha popularizado a Gaiman. En Ty Cymraeg me sirvieron un té acompañado por porciones de torta galesa y otras tortas tradicionales europeas, sandwichs y escones. El té se puede compartir y ofrecen llevarse lo que no  se comió. El servicio está bien, atienden amablemente y la casa esta muy bien cuidada, pero la calidad de lo que se sirve no está a la altura de su renombre. Me comentaron que en otras casas de té el servicio es decididamente malo y los precios son altos en todos los casos. 

Casa de té en Gaiman

Gaiman fue la última parada de este recorrido. Al salir de Ty Cymraeg subimos a la combi para emprender las casi dos horas de viaje de vuelta que nos separaban de la ciudad de Puerto Madryn  y completar así los cerca de 400 kilómetros que recorrimos ese día.

El tour que contraté para este día era de la agencia Categoría Patagonia. Estuvo muy bien organizado y David, el guía fue muy atento. El vehículo que nos trasladaba tenía algunos problemas con el aire acondicionado lo cual resultó ser un poco molesto ya que hacía mucho calor y no podíamos abrir las ventanillas porque circulábamos casi todo el tiempo por caminos de tierra o ripio. No recomendaría esta agencia porque, como comenté en un  post anterior había arreglado una excursión con ellos para el día siguiente y a último momento me la cancelaron por un supuesto pronóstico de lluvia que resultó no ser tal.


04 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 3/9: la ciudad

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Mi viaje se inició un domingo de octubre muy temprano en el Aeroparque de Buenos Aires, donde tomé el vuelo de las 7.15 de Aerolíneas Argentinas. Después de dos horas aterricé en Trelew. Allí abordé un transfer que me llevó al hotel que había reservado en Puerto Madryn. En el aeropuerto se puede contratar el servicio de traslado en los mostradores de las empresas que allí se encuentran o se puede reservar por internet antes de viajar, para asegurarse el lugar y evitar demoras. En mi caso, hice la reserva por la web y recibí un descuento por pagar en efectivo.

El trayecto entre Trelew y Madryn dura alrededor de una hora, por lo que un rato antes de las 11.00 ya había llegado a mi destino. Me alojé en el Patagonia Apart Hotel que está situado a una cuadra de la costanera y a seis del centro comercial. Es un hotel sencillo, limpio, tranquilo y con una tarifa moderada. La zona donde está ubicado es muy linda, hay restaurantes muy recomendables en los alrededores y se llega fácilmente a los negocios del centro. Como mi habitación ya estaba lista, pude ocuparla ni bien llegué a pesar de que el check in era a partir de las 12.00. Dejé la valija y al rato ya estaba caminando por la ciudad para empezar a conocerla.

El centro comercial y turístico de Madryn se extiende a lo largo del Boulevard Marítimo Almirante Brown, que es el nombre de la avenida costanera. En el centro se hallan la mayoría de las agencias de turismo, hoteles, servicios gastronómicos, bancos y comercios de todo tipo. Paralelamente al Boulevard Marítimo corre la Avenida Roca, que es otra de las calles principales. En Roca 223 se encuentra la oficina de informes turísticos de la ciudad que atiende en horario corrido. Justo al lado, está el shopping Portal de Madryn con un patio de comidas y algunos locales de moda y decoración.


Si bien el turismo invade y motoriza la actividad de esta ciudad, sus habitantes no pierden la calma y casi todos los negocios permanecen cerrados desde el mediodía hasta cerca de las cinco de la tarde. La actividad se retoma en las últimas horas de la tarde cuando empiezan a regresar las combis de las agencias de turismo con sus pasajeros y la ciudad se vuelve a llenar de gente.

Luego de almorzar, decidí ir a visitar el Ecocentro ubicado al Sur de la ciudad. El transporte público de pasajeros es escaso normalmente y más aún durante los fines de semana, así que para llegar hasta allí tomé un taxi desde el hotel y poco más de quince minutos después estaba en el lugar.

El Ecocentro

Inspirado en el Mar Patagónico, el Ecocentro se autodefine como “un espacio cultural de encuentro y reflexión desde donde promueve, a través de la educación, la ciencia y el arte, la necesidad de pensar en una nueva relación con el océano”.  Mediante textos, imágenes, videos, sonidos y objetos se ofrece una experiencia sensorial que tiene como finalidad principal generar conciencia de la importancia del cuidado del delicado ecosistema marino. El Ecocentro se ubica en un pintoresco edificio sobre un acantilado frente al mar desde donde se puede apreciar una magnífica vista del golfo y la costa de la ciudad. Del recorrido por este lugar lo que más me llamó la atención fue la pileta de piedra con  pequeños invertebrados marinos ya que llegué en el momento en que la cuidadora los estaba alimentando y nos iba describiendo qué especies se encontraban allí y cómo reaccionaban para capturar el alimento. 


Ballena voladora en el Ecocentro

Cuando salí del Ecocentro, volví hacia el centro de Madryn caminando por la playa ya que era una tarde soleada y hacía bastante calor. La zona se conoce como Punta Cuevas y es el sitio histórico del primer asentamiento galés en la provincia. Allí está emplazado el monumento al indio Tehuelche realizado por el escultor Luis Perlotti, que recuerda a los pobladores originarios del lugar. También se aprecia desde ese punto una vista panorámica del Golfo Nuevo y de la ciudad con sus playas. Siguiendo por el Boulevard Brown, el camino pasa por los balnearios y las numerosas confiterías de la costanera, que por haber sido esa una tarde tan cálida, tenían gran afluencia de público y de tránsito.

Monumento al Indio Tehuelche

Al llegar al centro, algunas agencias ya estaban abiertas. Hice un par de averiguaciones y luego contraté la excursión para el día siguiente. 

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02 noviembre 2013

Crónica de un viaje a Puerto Madryn 2/9: Algunas cuestiones para tener en cuenta a la hora de programar este viaje

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Si se tiene especial interés en la observación de la fauna característica de la región, resulta de gran ayuda consultar el calendario de avistajes para decidir en qué época del año conviene viajar.

Casi todas las excursiones dependen del clima y de la marea por lo que hay que organizar las salidas en función de estas variables y nunca dejar para el último día un paseo que implique navegación, deportes náuticos o avistaje. Todas las agencias están informadas constantemente sobre el tema con bastante exactitud. Pero no todas manejan esa información para el beneficio del pasajero. Mi experiencia fue que el lunes a la tarde contraté la excursión de avistaje de ballenas para el martes a la mañana y a última hora, me la cancelaron porque supuestamente iba a llover. El vendedor me la reprogramó para el jueves, que era mi último día en Madryn. Decidí consultar en otra agencia y ahí no tenían ningún pronóstico de lluvia, aunque sí me dijeron que estaría nublado y ventoso tal como sucedió. Contraté la excursión con ellos y no me equivoqué. Las demás agencias también habían salido, excepto la que me canceló, por lo que supuse que el problema no había sido el pronóstico del tiempo, sino que tal vez no tenían el cupo mínimo de pasajeros cubierto.

Otro tema es que, aunque las agencias ofrezcan pagar con tarjeta de débito o crédito, la realidad es que hay un recargo por hacerlo, disfrazado de “10% de descuento por pago en efectivo” o directamente dicen que justo esa excursión no se puede pagar con tarjeta porque la subcontratan a otro prestador y pierden la ganancia si uno la paga de esa forma. Esta es una práctica bastante común en las agencias de turismo y es justo decir que de ninguna manera es exclusiva de Puerto Madryn.

Por último, al precio de las excursiones hay que agregar las tasas de ingreso a las reservas cuyos importes varían para los residentes provinciales, del resto del país, extranjeros, niños, adultos o jubilados. Se pueden ver las tarifas orientativas para excursiones e ingresos a las reservas en la web oficial de turismo de la ciudad. Dicho sea de paso, esta web me resultó muy útil cuando estaba organizando el viaje, ya que luego comprobé que los importes que allí figuran se condicen con la realidad.

Medios de acceso
Aerolíneas Argentinas: en la actualidad llega hasta Trelew.  
La única aerolínea que vuela directo a Puerto Madryn es Andes Líneas Aéreas.

Traslado desde el aeropuerto de Trelew hasta Puerto Madryn
Aeropuerto Internacional de Trelew “Almirante M.A. Zar” a 67 km de Puerto Madryn. A la vuelta se debe abonar una tasa de embarque como en todos los aeropuertos de la Patagonia.
Las combis que tomé resultaron ser puntuales y hacen descuento por pagar en efectivo. El trayecto dura aproximadamente una hora.

Alojamiento
Patagonia Apart Hotel Albarracín 45. Puerto Madryn. Chubut. 

Información Turística
Centro de informes de Av. Roca 223, de lunes a viernes de 7 a 21 hs. Sábados y domingos de 8 a 21 horas.

Comidas Algunos lugares que me gustaron:
Náutico Bistró de Mar: restaurante, ubicado en Brown y Luis Perlotti frente al mar. Muy buena atención, platos abundantes, sabrosos y a precios razonables.
Lizard: confitería y pizzería. Se come bien, a precios razonables y el local es lindo. En Av. Roca y Gales.
La Chocolatería: no es para quedarse a comer pero venden chocolates y tortas galesas a muy buen precio. En 28 de Julio entre Roca y 25 de Mayo frente al shopping Portal de Madryn. 


Picada Patagónica en el Náutico Bistró de Mar

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Crónica de un viaje a Puerto Madryn 1/9

En los siguientes posts les voy a contar mi viaje a Puerto Madryn en octubre de 2013. Estuve allí seis días durante los cuales no solo recorrí la ciudad, sino que también visité la pingüinera de Punta Tombo, Península Valdés y Puerto Pirámides, Punta Loma, Cerro Avanzado, Trelew y Punta Ninfas.





Puerto Madryn se sitúa sobre las costas del Golfo Nuevo, en el extremo noreste de la provincia de Chubut en la Patagonia argentina. Distante 67 kilómetros de Trelew, la ciudad cuenta con una amplia oferta hotelera,  gastronómica y atractivos turísticos únicos que la convierten en una opción válida para disfrutar de unas vacaciones inolvidables tanto en invierno como en verano.


El muelle de Puerto Madryn

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